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Ibaguereños que acostumbran a disfrutar de espacios públicos como la Plaza Murillo Toro, cuestionan el costo - beneficio que genera la ocupación de estos lugares para eventos particulares en periodos hasta de un mes.

Por falta de escenarios que puedan ser utilizados para realizar diferentes eventos, las plazas públicas como el Murillo Toro han venido sufriendo desde su remodelación una transformación social.

Pasó de ser un espacio público para convertirse en el sitio adecuado para el aprovechamiento económico de algunas actividades particulares.

Así lo manifestaron algunos ibaguereños, quienes a través de la página Web de EL NUEVO DÍA y un sondeo de opinión realizado por este medio expresaron su inquietud sobre el costo-beneficio que implica sustituir el objeto social de las plazas públicas, en ciertas temporadas del año.

“De un tiempo para acá la plaza Murillo Toro no está disponible para transitar o para que los niños jueguen, esto porque el municipio, en su política de incentivar el turismo, ha venido apoyando diferentes espectáculos que son importantes a nivel nacional, pero que desconocemos si son económicamente rentables para Ibagué”, señaló Octavio Giraldo, ciudadano.

Lo anterior, según el secretario de Gobierno, William Castro, obedece a que en Ibagué se carece de espacios para que este tipo de actividades se desarrollen en lugares que no afecten el espacio público y que no se aíslen del objetivo de motivar el turismo en la ciudad.

“La Alcaldía reconoce esta problemática y la necesidad de un escenario para que estos eventos no afecten el espacio público de los ibaguereños.

“De igual forma, existe la urgencia de adecuar un lugar para los jóvenes que practican ‘skate’ y para los vendedores informales, quienes se apropian de estos sitios”, expresó Castro.

Es por esto, que la Cámara de Comercio resaltó que en coordinación con la Gobernación del Tolima y la misma Alcaldía se viene desarrollando el proyecto de un centro de convenciones, “el cual ya tiene un lote de cinco hectáreas comprado en la hacienda el Escobal”, informó la Corporación.

Los ingresos que dejan estas actividades

Según dijo el director de Espacio Público, Mario Fernando Díaz, actividades como Ibagué Maquila & Moda, que se desarrolló en una semana y el Primer Festival Nacional de pesebres que se ejecutó por un mes en la ciudad, no generan de forma directa ingresos para Ibagué.

“La Ley 1493 de 2011 establece que el municipio no puede cobrar ningún impuesto para la formalización de espectáculos públicos de artes escénicas.

“Nosotros nada más otorgamos el permiso para que ellos lo ejecuten en el lugar adecuado.

“No obstante, se hace el reporte al Ministerio de Cultura del evento y este luego viene y liquida una contribución parafiscal que deberá pagar el organizador.

“Esos recursos, después, son transferidos directamente al municipio y son de destinación específica para eventos culturales y el mejoramiento de la infraestructura de los escenarios que posee el ente territorial”, explicó Díaz.

Sin embargo, una vez consultada la norma se especifica que dicha ley no regula ni aplica para espectáculos como corridas de toros, las exhibiciones cinematográficas, los eventos deportivos, las ferias artesanales, los desfiles de modas, reinados, atracciones mecánicas, peleas de animales, circos, carreras hípicas, ni desfiles en sitios públicos con el fin de exponer ideas o intereses colectivos de carácter político, económico, religioso o social.

Por ello, se presume que si los eventos no están dentro de esta ley, el municipio debió cobrar por la ocupación temporal y transitoria de algunos de los eventos que se vienen desarrollando en el Murillo Toro.

Pero, Díaz argumentó que el permiso que otorgó la Alcaldía fue de evento y espectáculo público, “porque tienen influencia de público y es una actividad cultural y sobre todo se hizo atendiendo los requerimientos de la Ley 1493”.

Los cuestionamientos

El concejal Camilo Delgado expresó que con el tema de la utilización de la plaza Murillo Toro para eventos particulares, hay que tener en cuenta que por su ubicación y característica tiene un tratamiento especial para el tema de espectáculos.

“Es decir, que no implica que allí esté prohibido hacer ciertas actividades”, aclaró.

No obstante, se cuestiona el aprovechamiento económico que sacaron del lugar algunos particulares, a través de una actividad comercial como lo es el turismo y que al parecer no generó ningún beneficio ni para las arcas del municipio ni para el Estado.

Por lo cual, destacó que “esto se debe investigar, porque es la primera vez que la Alcaldía otorga por tanto tiempo, un mes, un permiso para una actividad que atrajo turistas a la ciudad y fue bien recibida por los ibaguereños, pero que al parecer solo benefició a particulares”, concluyó.

Por ahora tres demarcaciones se roban la atención de los transeúntes del centro de la ciudad, como la ‘primera piedra’ de algo que continuaría la Secretaría de Tránsito en enero.

No necesitan estar estrictamente afinadas, pero con su aparición hace algunos meses, tres cebras en forma de teclado de piano ya han estado llenando a Ibagué de una particular armonía de Ciudad Musical.

En los cruces de la calle 10 con carreras Primera y Segunda están estas señales, tras la idea de Alejandro Ospina Arjona, un joven músico ibaguereño que tan solo busca exaltar su amor por la ciudad y la tradición que esta ostenta.

“Estamos muy quietos en la música y necesitamos recuperar el sentido de pertenencia por la ciudad, pues no tenemos una gestión cultural que prometa bastantes cosas con lo autóctono porque se está trayendo culturas de otros lados”, explica.

Y cuenta que todo surgió tras haber visto algo similar en Moldavia, un país europeo de la antigua Unión Soviética que en una de sus calles rindió homenaje al compositor Frédéric Chopin, por lo que “pensé que podríamos adaptarlo aquí”.

En ese momento, aclara, hace dos meses, comenzó a gestionar ese imaginario de ciudad, que promovió en Facebook, ante la Secretaría de Tránsito, con el primer ‘sí’ en funcionarios como Óscar Arteaga, de Señalización.

“Me dijo que era una buena idea”, explica, y cuenta que al mes de presentar su iniciativa fue pintada la primera cebra, finalizando el Parque de la Música, con un equipo de trabajo que laboró en la noche.

“Mostré la foto. La gente quedó muy contenta y empezó a compartirla con comentarios de orgullo, que era lo que quería: que se sintiera bien de Ibagué, para cambiar eso de que todo lo de afuera es lo bueno”, indica.

Al ritmo de cumbias tangos y música clásica los habitantes de la comuna 12 disfrutaron del talento de la Banda Juvenil del Conservatorio del Tolima, integrada por estudiantes de los grados 10 y 11 y dirigida por el maestro Florentino Camacho.

Estos jóvenes no solo demostraron sus aptitudes a la hora de interpretar un instrumento, también su destreza a la hora de dirigir la Banda Juvenil. La acogida por parte de la comunidad a este evento fue satisfactoria, ya que se contó con la participación de más de cien personas.

Para el Gobierno Departamental es de vital importancia generar espacios culturales en las diferentes comunidades, según indicó la Primera Dama del Departamento, María Elsy Morales Feria la iniciativa busca que este tipo de participaciones se sigan dando tanto en las comunas de Ibagué como en los municipios del Tolima, bajo la estrategia de no limitarse a que los ciudadanos lleguen a buscarlos sino que la oferta institucional sea oportuna.

Por su parte el director de Cultura; Andrés Mauricio Tronco Morales, reiteró su apoyo a este tipo de actividades que buscan fomentar la cultura, integrar a la comunidad y visibilizar a quienes están desarrollando actividades culturales.

Figuras alusivas a los Juegos Olímpicos, los Juegos Nacionales, leyendas mitológicas y elementos autóctonos de la región se observarán este año durante la temporada decembrina.

Cien personas trabajan en la elaboración de tres mil figuras navideñas que este 7 de diciembre se encenderán en el parque Manuel Murillo Toro, la Plaza de Bolívar, carreras Tercera y Quinta, la glorieta Intersección Capital Musical, autopista del Sur, Parque de la Música y en el parque del barrio El Salado.
“Las luces navideñas también serán alusivas a la paz, teniendo en cuenta el proceso por el que pasa el país. El objetivo es que el espíritu de la Navidad en Ibagué esté enfocado a construir el sueño de todos y conseguir la tan anhelada paz”, afirmó el mandatario de los ibaguereños Luis H. Rodríguez.

Los concejales sacaron a la luz pública cuestionamientos hacia la Corporación por la contratación y la inversión en la Concha Acústica, el pago de carrozas, a los bailarines y artistas, entre otros.
Se abrió el debate sobre quién debe organizar las fiestas de mitad de año. La discusión se generó en sesión del Concejo, donde la Corporación Festival Folclórico Colombiano, representada por Félix García Motta, presentó el informe financiero vigencia 2012.

Por una parte, algunos cabildantes cuestionaron aspectos en la distribución del presupuesto para pagar el hospedaje de las reinas, los artistas, el transporte y las presentaciones de los bailarines, entre otros costos.

Así mismo, criticaron el hecho de que la Corporación sea una entidad privada y no mixta a pesar de que gran parte de los recursos para financiar las festividades los aporta el Municipio. “La Junta Directiva de la Corporación sacó olímpicamente a la Alcaldía de ser socia”, dijo la concejal Linda Perdomo.

Algunos miembros del cabildo también plantearon alternativas: una de ellas consiste en que la Secretaría de Cultura organice y ejecute los recursos para las fiestas del San Juan y el San Pedro. La otra idea que surgió del debate es que Infibagué tome las riendas del certamen y lo convierta en una unidad de negocio.

“Otra de las propuestas es que el Concejo tome el Acuerdo 080 de 1994, y cree una nueva corporación que ejecute y maneje el festival, que sea de capital mixto y donde participen los sectores privado y público, sin desconocer la experiencia de la Corporación, pues puede ser accionista”, agregó Perdomo.

Ante este pronunciamiento, la secretaria de Cultura, Ángela Viviana Gómez, respondió que esta cartera no puede ejecutar recursos para tal fin, porque no puede ser operadora de eventos.

“La secretaría no tiene por objeto social ser operador, es decir que para contratar lo tendríamos que hacer a través de un operador, una ONG o un instituto descentralizado que tenga por razón el desarrollo cultural de la ciudad”.

Los cuestionamientos
Para la fiestas de 2012, la Alcaldía aportó 660 millones de pesos, dinero con que se pagaría un salario mínimo mensual a mil 162 personas. De esa cifra, $300 millones los giró de forma directa y los 360 restantes los distribuyó en $30 para publicidad, $200 para la Policía y $100 para arreglar la Concha Acústica.

Ante esa distribución del presupuesto, el concejal Heber Humberto Sánchez hizo algunos reparos, porque los arreglos de la Concha parecieron 'fantasmas'.

“Me deja muy preocupado la inversión que se hizo para el mantenimiento eléctrico y de reparaciones locativas de la Concha Acústica. Me gustaría saber qué le hicieron y cuál fue esa propuesta de trabajo ejecutada allí.

“Además, no me explico por qué hay acompañamientos musicales para las reinas con tanto costo, pues para algunas se pagó 800 mil y a otras seis millones de pesos. ¿Cual es la diferencia? Ahora, en el informe existen servicios de restaurante por 600 mil, y otros por seis millones de pesos”, dijo

Y agregó que “la discusión debe centrarse en si la Secretaría de Cultura puede o no organizar el festival folclórico”.

Entre tanto, el cabilante Camilo Delgado cuestionó el hecho de que el mayor rubro de las festividades se destinará a los gastos de las reinas.

“La mayoría de los recursos es para cubrir las carrozas, bailarines, hospedaje, trajes y grupos folclóricos para las reinas, es decir que el 50 por ciento de las obligaciones suscritas por la Corporación es para los reinados.

“Luego, resulta más costoso atender a las reinas que tener presentaciones para el público. Además, quiero saber por qué el Municipio no puede organizar las fiestas”.

¿Qué dice la Corporación?
Tras los cuestionamientos de los concejales, Félix García Motta sostuvo que sí se necesita las reinas. Por ello, de las 24 obligaciones que tiene la Corporación, en 15 se mencionan las reinas.

“Las reinas son el nicho central de las festividades y es un eje articulador, ya que alrededor de ellas se elaboran las carrozas y los trajes típicos y se contratan bailarines; además, las personas salen a las calles a ver las delegaciones, pero, principalmente, a las reinas.

“En lo que concierne a la utilidad, este año quedó a la Corporación alrededor de 30 millones de pesos, que se emplean en gastos de administración. Aparte de ello, la revisora fiscal se encarga de revisar toda la contratación”, puntualizó.

El Eje Cultural desde el Panóptico hasta la plaza de Bolívar, la carrera Tercera, el Parque de la Música, la avenida del Sur y las entradas a Ibagué por Boquerón, Picaleña y El Salado, entre otros puntos, tendrán alumbrado navideño. Así lo confirmó Juan Carlos Guzmán Cortés, gerente (e) de Infibagué, luego de que se firmara un convenio entre este instituto descentralizado y la Secretaría de Cultura, Turismo y Comercio local.

“El convenio se celebró por 485 millones de pesos, de los que el Municipio aporta 400 millones, mientras que Infibagué, por su idoneidad y experiencia brindará el apoyo técnico, operativo, los diseños y el montaje”, dijo Guzmán Cortés.

Los diseños tendrán un realce de los juegos nacionales, teniendo en cuenta que Ibagué será sede de ellos. También habrá espacio para destacar las fiestas folclóricas del país.