La villa de San Bonifacio de Ibagué del valle de las Lanzas, fue fundada el 14 de octubre de 1.550 por el capitán español Andrés López de Galarza, en el sitio donde se encuentra hoy el municipio de Cajamarca. El poblado fue arrasado a comienzos del siglo XVII por la tribu pijao.
Breve Historia
El nombre de la ciudad fue tomado del nombre del cacique de la tribu. Otra leyenda indica que el nombre de Tolima proviene de la Princesa Yulima, sacerdotisa indígena que gobernaba en inmediaciones del actual municipio de Cajamarca. Cuando los españoles dieron con su paradero, la secuestraron y la condenaron a la pena de muerte por hereje y por contradecir las órdenes de adoctrinamiento de los españoles. Fue llevada a la plaza principal de San Bonifacio de las Lanzas, donde la amarraron, la humillaron e incineraron.
Fue erigida municipio en 1606 y en capital del departamento del Tolima en 1887.
Ibagué es la capital del Tolima, uno de los 32 departamentos en Colombia. Está ubicada en el cañón del río Combeima.
La bandera de Ibagué tiene origen en el símbolo patrio que adoptaron las provincias unidas de la Nueva Granada por ley, el 14 de julio de 1814.
Significado de los colores
Cada uno de los colores que la componen: amarillo, verde y rojo, dispuestos entre franjas horizontales del mismo tamaño, tiene una inmensa significación:
Amarillo: Representa la riqueza minera que tiene el municipio.
Verde: Simboliza la fertilidad de los campos.
Rojo: Inmortaliza la sangre derramada por los héroes ibaguereños en las luchas de la Independencia Nacional.
Escudo de Armas:
El actual emblema heráldico que representa a Ibagué se institucionalizó el 14 de octubre de 1988, durante el aniversario 437 de fundación de la ciudad. Descripción
El escudo está conformado por la corona imperial, que recuerda a la Reina Isabel; el perfil del Nevado del Tolima, del que se desprende raudo y cargado de arenas áureas del río Combeima; una cruz, en mención al símbolo utilizado por los misioneros españoles; enlazadas dos manos, blanca y fina la una, morena y curtida la otra, en representación de la alianza de dos razas, y como soporte del escudo y detrás del mismo, un par de lanzas y un par de arcabuces cruzados, en representación de la lucha entre indígenas y colonizadores.
Arbol Insignia
El Concejo Municipal, a través del Decreto 0569 de octubre de 2000, adoptó al OCOBO como el árbol insignia. Leer mas
Decisión tomada en tributo a las bellas flores de colores rosado, violeta y blanco, que bañan las calles durante su florescencia y que ha inspirado a poetas, ensayistas y músicos.
Este árbol, originario de América, se encuentra desde el sur de México, Venezuela, Colombia y Ecuador; puede crecer hasta 15 metros y renueva su follaje por lo menos dos veces al año.Según el acuerdo 033 de 2005, se estableció que los días 16 de marzo y 16 de septiembre de cada año, se le rendiría homenaje al árbol insignia de Ibagué.
La hermosa ciudad de Ibagué está colmada de museos, bibliotecas, escenarios culturales, parques y lugares históricos. Tiene un gran estadio para eventos deportivos y hoteles de primera categoría.
Se conoce como la “Ciudad Musical de Colombia” por sus famosos eventos dedicados a la música entre los que se sobresale el Festival y Reinado Nacional del Folclor.
También recibe el apelativo de ciudad musical por su muy famoso conservatorio, uno de los más prestigiosos de Colombia.
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Eventos anuales
Febrero: Festival de la Subienda (Honda).
Marzo: Concurso Nacional de duetos (Ibagué).
Mayo: Ferias y Fiestas de Natagaima (Natagaima).
Junio: Festival Nacional del folclor colombiano
(Ibagué)
Fiestas de San Juan y San Pedro y Festival del Bunde tolimense (Espinal).
Diciembre:Festival del Arroz (Saldaña)
Festival del Bunde (Espinal)
Festival folclórico del sur del Tolima (Purificación).
Por Acuerdo 053 de 1998 del Honorable Concejo Municipal esta edificación se declaró como Área de Interés Arquitectónico e Histórico. Además declarado como uno de los Bienes de Interés Cultural de Ibagué bajo la Ley 1185 de 2008 .
En contraste con la precariedad de la arquitectura urbana, en las grandes haciendas cercanas a la ciudad, aparecían grandes casas, en las cuales se reflejaba el carácter terrateniente de los ricos de la ciudad, quienes se negaron durante mucho tiempo a habitar el casco urbano de una manera permanente.
Isaac Farwell Holton, teólogo, profesor de química e historia natural en Middlebury College en Vermont, Estados Unidos, en su obra: "New Granada: Twenty months in the Andes" (La Nueva Granada: Veinte meses en los Andes) relata su viaje por Colombia entre el 21 de agosto de 1852 y el 11 mayo de 1854. Publicación en 1857. Obra de gran importancia pues contiene información sobre botánica, costumbres de los habitantes, vida material y geografía sobre varias ciudades del país. En 34 capítulos, describe también las vías de comunicación, las características principales de las ciudades y pueblos visitados, las instituciones políticas, las costumbres religiosas, entre otros temas. Su visión de Nueva Granada es un poco pesimista, pero muy positiva y optimista al terminar su texto.
En su tránsito por la ciudad a mediados del siglo XIX, Holton describía así la vivienda que habitó en la ciudad: (traducido del inglés)
“ Me creí amo de una casa grande y desierta. En un conjunto de tres habitaciones pequeñas, encontré una cama de construcción habitual: una piel de buey estirada en un armazón de madera, igual a un tambor. Este era todo el mobiliario. El cuarto del centro tenía puerta y los otros ventanas iguales a las puertas que diferían de las puertas solo por tener una rejilla para que nadie pudiera entrar. Aquí puse mi equipaje y colgué mi hamaca en el salón. Me acosté, convencido de que era el único residente de la casa dejando las puertas abiertas para Roque. En la noche escuché pisoteos y y sonidos metálicos como si un fantasma estuviera arrastrando sus cadenas. No era un fantasma, sino un hombre que llegaba del campo y se dirigía al apartamento contiguo y a cada paso sonaban las espuelas.
La luz del día mostró que algunas habitaciones se usaban como carpintería y otras por la propietaria (que tenía una tienda de comestibles) para preparar chocolate, hornear pan, etc. Dos o tres cerdos entraban por la puerta principal hacia el patio de atrás cuando les complacía; el zaguán servía de establo al caballo del visitante nocturno, y el animal gozaba de la misma libertad que tenían los cerdos para entrar y salir. Las gallinas salían volando por las ventanas de la sala cuando algo les llamaba la atención en la plaza. Es decir, reinaba la libertad, excepto para un gallo de pelea que estaba amarrado a una piedra en el patio.
Al lugar donde iba a comer también concurrían otras personas, por lo general solos. Eran jóvenes, empleados en oficinas en la ciudad."