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Tradiciones Orales




Patrimonio Inmaterial de Tradiciones Orales:


Colombia es uno de los países de Latinoamérica que se destaca por su riqueza en esta clasificación y parte de esas tradiciones son los mitos y leyendas que por la basta geografía nacional se enlazan con la vida cotidiana de muchos.
El Tolima, conserva raíces ancestrales de los indios Pijaos, los cuales están distribuidos en su mayoría en el sur del Departamento.

Los ancestros dejaron a sus pueblos la creencia de dioses que en la actualidad siguen representados en las comunidades y resguardos, los cuatro principales son: Lulumoy, es el Dios de la Justicia y la Sabiduría, está revestido de un cuerpo con tres cabezas, seis brazos y seis piernas.
A través de la oralidad popular, dichas tradiciones se han transmitido generacionalmente a lo largo y ancho del Tolima. Es común encontrar pescadores, matronas, campesinos y caminantes de las montañas que aseguran, sin temor a equivocarse, la veracidad de cada leyenda.

El pueblo Pijao tiene muchas creencias en la mitología, especialmente en los espíritus del monte, el agua y la tierra. Según la creencia, los espíritus están dentro de las siete capas del mundo, ubicados en el tercer escalón Chiri, o frío. 
La diosa Ibamaca, representa la Protección; la diosa Locomboo, el tiempo y la prosperidad; y el Dios de la Guerra, Guimbales, utiliza una macana para espantar a los enemigos.

Según Nelsy Vega Oyola, profesora indígena, entre las ánimas del viento se encuentran el ‘Chilacó de Viento’, ‘El Pollo de Viento’, ‘Burro de Viento’, ‘Culebra de Viento’, ‘El Burro sin Cabeza’, entre otros, estos tienen un significado dependiendo del canto.  “El Chilacó anuncia desgracias o muerte, si el canto es grueso, es porque va a morir un hombre y si es delgado, fallecerá una mujer. “Por su parte, ‘El Pollo de Viento’, anuncia invierno o verano; tenemos también que si ‘El Guaco’ canta sobre un árbol frondoso, es porque va a llover, pero si se posa sobre un árbol seco, se aproximan días de sequía”. El silbido de la ‘Culebra de Viento’ también anuncia lluvias.

  • Ibagué y en especial el departamento del Tolima se desprenden muchas de esas tradiciones orales; es aquí donde queremos retomar la tradición y volverla palpable, escrita y rescatarla para Colombia y el mundo.

Origen de los Mitos:

Según la obra "Enciclopedia del Folclor Terrígeno Mitos y Leyendas del Tolima Grande" de Edgar Leonidas Lozano Galindo, personaje conocido como"Matraca" fallecido en el año 2017. Su versión sobre el nacimiento de los mitos se remonta hacia tiempos bíblicos cuando sucedió la batalla de ángeles buenos y malos en donde los ángeles malos o demonios algunos cayeron en el agua, y se formaron chilacoses de agua, caimanes de agua, mohanes, madre de agua, mohana y otros espíritus hídricos; otros cayeron en la tierra y se formaron Patasola, Candileja, Tunjo, Sombrerón, y otros cayeron en los montes formando madre monte, ninfas de la montaña y espíritus del bosque, incluyendo las brujas.

Otros se quedaron en el aire y se formaron pollos de viento, potros de viento, silvadores, y se formaron espíritus de la noche, surcando el llano del Tolima y sirviendo como supersticiones y agüeros colectivos a los maestros mayores campesinos del llano del Tolima.

Con el transcurrir del tiempo, en la época de la conquista los indígenas tenían sus dioses a los cuales adoraban. Adoraban al Mohán o Poira que lo tenían como el brujo, el chamán, el protector, que los proveía de pescado, al diablo o mandingas los indios chibchas le decían buziraco y lo adoraban como a su dios. Los españoles le impusieron nuevas costumbres y religión a los antepasados quedando como un legado cultural. Cuando terminó la Conquista, los campesinos del llano del Tolima crearon sus propios miedos, exaltaban al hombre, a la naturaleza y cumplían el oficio del canto como era el de sembrar, organizar la sociedad, relataban sus ritos, hazañas y amores, dando origen a nuestra cultura tradicional que ha venido de generación en generación.

Nuestros abuelos hablaban y contaban, dando origen a los mitos y leyendas.

De allí se desprenden las coplas, rajaleñas, cantos, arrullos, adivinanzas, dichos, refranes, nuestro propio léxico o vocabulario, convirtiendo un pasado en un presente".


Entre los Mitos y leyendas más populares presentamos: 

Textos e Ilustraciones tomados del libro Bajo el Cielo Hechizado del Tolima de Blanca Álvarez.


El Mohan o Poira
Escultura en Parque Mitológico, Espinal

El Mohan o Poira, es el más importante entre los mitos del Tolima Grande. En algunas regiones le dicen Poira; aparece en las riberas de los ríos, particularmente en el Magdalena y otros de gran cauce. Para algunos es una divinidad acuática, para otros es un espíritu maléfico que causa muchos daños imperdonables.
En la obra "Geografía humana de Colombia" de Diana Oliveros, se expresa lo siguiente: "Dentro del Pueblo Pijao existen los llamados Mohanes se conoce que tenían la función de guiar el mundo espiritual pijao, además de tener poderes mediadores en lo familiar, comunitario, social y económico, y militar. Los Mohanes combinaron sus conocimientos de saberes tradicionales y rituales, y sus contactos trascendentes, con poderes militares para la búsqueda del equilibrio.

Sin embargo en el momento de la llegada de los españoles, los curas doctrineros identificaron el poder sociocultural de los mohanes, y los persiguieron y mataron; según la tradición oral los mohanes antes de ser bautizados se refugiaron en fuentes de agua salada, lugares de habitación de “los gigantes del origen” y se convirtieron en espíritus protectores de las aguas, por este motivo los hombres pijaos les piden favores en la pesca y las mujeres piden para que no encanten a sus hijas vírgenes"
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También, cuentan que tiene un castillo submarino tapizado en oro y muchas cuevas donde oculta a las mujeres que ha secuestrado.


El Puente Mito Tolimense: Mohán, está ubicado a la altura de la calle 68 y la avenida Ambalá.
Este personaje mitológico se ha representado de distintas maneras en la ciudad.
  • Tiene su propio Parque del Mohán.
  • Pertenece al conjunto de 6 pequeños puentes de piedra enlozados con placas de ladrillo sobre diversos riachuelos que pasan a lo largo de la avenida Ambalá.
Cada puente, tiene en relieve un ser mitológico y una placa de mármol con su historia grabada. Escasamente se conservan en pie debido a negligencia de la ciudad. Estos puentes son los "Mitos Tolimenses"

Herencia del maestro Rosendo Gil desde hace unos 20 años.


   
  • El tercer homenaje son los Mitos de las Leyendas Populares en el Salón El Mohán del Hotel Ambalá en el centro de Ibagué. Elaborado por Julio Fajardo en cemento fundido.



La Patasola
             
La patasola, habita entre la maraña espesa de la selva virgen, en las cumbres de la cordillera, en los bosques solitarios o en los montes más espesos de la llanura. Con la única pata que tiene avanza con rapidez asombrosa. Es el endriago más temido por colonos, mineros, cazadores, caminantes, agricultores y leñadores.

Otra versión dice que cuando era joven y bella, su marido le cortó una pata, luego de darse cuenta que le era infiel. Así murió y desde entonces anda por las trochas, montañas y bosques transformándose en una mujer muy bella, enamorando a los hombres a los que luego asusta, y en ocasiones les marca la piel con una figura en forma de pezuña de vaca.
Puente Mitos Tolimenses: La Patasola, ubicado sobre la avenida Ambalá a la altura del barrio Pedregal, calle 83.


La Llorona
La llorona, quienes la han visto dicen que es una mujer con la cara huesuda, cabellera revuelta y enlodada, ojos rojizos, vestidos suelos y deshilachados. Lleva entre sus brazos un bultico como de niño recién nacido, No hace mal a la gente, pero causan terror sus quejas y alaridos gritando a su hijo.



La Madremonte

La madremonte, los campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un sombrero alón, cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro porque la ramazón del sombrero la opacan.

Hay mucha gente que conoce sus gritos o bramidos en noches oscuras y de tempestad peligrosa. "Cuida los bosques y castiga a los leñadores ambiciosos, a los hombres mujeriegos y a las señoritas que quieren dejar de serlo antes del santo matrimonio."

Otra versión similar de la leyenda cuenta sobre una mujer vestida toda de ramas y hojas frescas que se aparece en los ríos y montes. Persigue a quienes usufructúan la tierra de los demás, a los que roban linderos o que andan en malos pasos, embriagados, o que enamoran a cuanta mujer conocen.

Otro Mito Tolimense representado en el puente.




Madre de Agua
Madre de agua, cuentan los ribereños, los pescadores, los bogas y vecinos de los grandes ríos, quebradas y lagunas, que los niños predispuestos al embrujo de la Madre de Agua, siempre sueñan o deliran con una niña bella y rubia que los llama y los invita a un paraje tapizado de flores y un palacio con muchas escalinatas, adornando con oro y piedras preciosas.
Cuarto puente perteneciente al conjunto de la obra del maestro Rosendo Gil.



La Candileja



Puente ubicado frente a la Urb. Los Gualandayes III

La Candileja es una bola ígnea de tres hachones o luminarias, con brazos como tentáculos chisporroteantes de un rojo candela, que produce ruido de tiestos rotos.

Es admirable ver cómo persigue a los borrachos, a los infieles y a los padres irresponsables y blandengues. A los viajeros que transitan en horas avanzadas de la noche, por asustarlos, les cae sobre el anca o el cuello de la bestia. Algunas veces se aparece chorreando sangre.








La leyenda cuenta que se trataba de una abuela con dos nietos a quienes malcriaba y alcahueteaba en todo. A su muerte, San Pedro mismo la recriminó por su conducta y la regresó al mundo a penar en forma de una llamarada con tres mechones: su cuerpo y los de sus nietos.




El Tunjo
El tunjo es un muñeco de oro. Aseguran algunos que estas pequeñas estatuillas las labraban los indios pijaos. Otros dicen que son trucos de que se vale el diablo para engañar a los avaros y codiciosos y así ganar sus almas.
Otra versión: "Es un bebé que los viajeros hallan en los cruces de caminos y deben bautizar con saliva inmediatamente para que se convierta en un muñeco de oro. De no cumplir con el mandato divino de registrar al niño en las oficinas del cielo, el Tunjo anuncia que tiene dientes y su boca se convierte en la de un dragón escupiendo fuego, inutilizando de por vida al desdichado que lo recogió.



Las Brujas
La bruja, es una mujer joven y hermosa que tiene pacto con el diablo, vuela de noche y se transforma en pava o "Pizca". Viven en un claro del bosque, sobre una loma solitaria, limpia de vegetación; generalmente es un peñón calcáreo en un limpio de la llanura denominado "El Peñón de las brujas", "El peladero de las brujas" o "El alto de las brujas". No les causan la muerte a las personas, sus maldades van implicadas con la hechicería cuando se refiere a los males de amor o a la chismografía entre vecinos y personas conocidas.


El Sombrerón

El sombrerón, es un espanto nocturno. Consiste en una figura humana de gran tamaño, el cual lleva un sombrero gigante que le abarca desde la cabeza hasta las pantorrillas.

Los trasnochadores que lo han visto o a quienes se les ha presentado. dicen ver la figura que les sale al camino, los hace correr y les va gritando: "SI TE ALCANZO, TE LO PONGO "



La Mula de Rafles
La mula de Rafles, Espanto de la Cordillera Central se aparece a los caminantes y a los arrieros, tomando diferentes formas.

Los arrieros le tienen pavor porque apenas perciben el casqueteo de la mula, con el crujir de los arreos, se forma un vendaval o huracán muy fuerte, que hacia desbandar la recua por los rodaderos, ocasionando la muerte de los animales y la pérdida del producto que trasportaban.


El Cazador
El cazador, esta leyenda está más acentuada en la región montañosa, aunque el hecho tuvo lugar a la orilla del río Grande, "por perseguir a un venado manso y hermoso, un viernes de semana santa, el cazador lo seguía, lo seguía, hasta que llegó a la montaña cuando las tinieblas de la noche dominaban la tierra.. La montaña abrió sus fauces horripilantes, el cazador penetró ... y nunca más volvió a salir de ella. Dicen que la montaña lo devoró".

Otra versión nos explica: "el Cazador es un cuento diseñado para que los campesinos no dejen de ir a misa los días de Semana Santa y así se les pueda recordar en detalle que Jesús experimentó horrores y dolores por sus pecados, aún a través de los milenios".



El maestro Edmundo Faccini Montero, hijo de padre italiano y madre ibaguereña, Faccini norteamericano de nacimiento, pero con profundas raíces tolimenses que lo hacían sentir orgulloso.
 
Eloím
El maestro Faccini llegó a Ibagué en 1988 y decidió instalarse en la vereda Pico de Oro, en el Cañón del Combeima. Los tolimenses lo acogieron y se enamoraron de sus obras, mientras que Faccini se apasionó por su historia, su cultura, su mitología y sus leyendas, sentimientos que expresaba en cada centímetro que tallaba en troncos de madera del árbol Igua (raíz de agua en lengua Pijao), los cuales moldeaba hasta darles formas abstractas y simbólicas de las entrañas indígenas.

Varios años de investigaciones bibliográficas y de diálogos con la gente en poblaciones como Natagaima, Saldaña, Coyaima y Ortega, quedaron plasmados en la escultura de 40 obras que hacen parte de la serie denominada Mitos y Leyendas del Cañón del Combeima. Se trata de un trabajo sobre los dioses de la etnia pijao, pero también los mitos del río como el Mohán, La Patasola y La Madremonte, obras que esperaba exponer en galerías de Bogotá, Miami y en Soho (área de muestra de arte), en Nueva York.

"La fuente de mi inspiración es la vida y la cultura indígena de este Tolima tan encantador , dice el escultor. Este veterano de la Guerra de Corea, actualmente camella , como él mismo lo dice, en la escultura de ocho monumentales de más de cuatro metros de altura, representaciones de los dioses del Nevado del Tolima y la Cacica Ibanasca.

Ocho monumentales esculturas de más de cuatro metros de altura con representaciones de los dioses del Nevado del Tolima y la Cacica Ibanasca. Eran parte de un trabajo sobre el Parque Mitológico del proyecto ecoturístico Ibanasca en las estribaciones del Nevado, dentro del triángulo de Dulima, territorio que en los años 1.600 fue gobernado por la Cacica. "Región que en el pasado fue camino obligado de los chamanes (médicos tradicionales indígenas) mayas e incas hacia San Agustín (Huila) como punto de encuentro", relataba el maestro.

El maestro faccini murió el 6 de julio de 2017 a la edad de 77 años, al parecer producto de una enfermedad pulmonar. Su obra se caracterizó por las figuras abstractas talladas en madera, representando dioses y espíritus, como: Ibanasca y eloím. 

En su visión plástica recuperó, fortaleció y divulgó el patrimonio de la tierra Pijao, a través de una vasta obra, que incluye más de 500 piezas, muchas de las cuales se encuentran en Europa y Estados Unidos, según María Margareth Bonilla, directora ejecutiva del museo de arte del Tolima.

Ibanasca, también conocida como Dulima era una valiente cacica pijao nacida cerca al volcán Machín que habitaba hace mas de 400 años en los montes del cañón del Rio Cutumay, cerca del Nevado el Ruiz.

Ibanasca era la sacerdotisa y líder de su tribu los Dulimas, indígenas que habitaban la zona del Cañón del río Combeima, también era su protectora medicinal, como una especie de chaman. Defendió fielmente su raza y su tierra mostrando sus cualidades de guerrera cuando los españoles llegaron a tierras tolimenses y quienes acusándola de bruja la quemaron viva. Es la diosa de las nieves que duerme en las profundidades del Nevado del Tolima, donde descansan los sabios.

Ibanasca




Se lanza el 27 de febrero de 2019 la Ruta Turística Mitológica del Tolima por iniciativa de la cámara de comercio de Ibagué.

 

Ibagué
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